LA PIEDRA AGUAMARINA
La piedra aguamarina es una piedra natural perteneciente a la familia de los berilos y de una belleza extraordinaria. Su nombre es muy descriptivo, ya que por su color (con variaciones) está muy asociada al agua del mar. Dentro de su gama tonal, las piedras más apreciadas son las de color azul oscuro. Esta coloración se debe principalmente al hierro.
Nos encontramos ante una gema de muy popular que hay que trabajar con cuidado ya que es frágil y sensible a las presiones y al calor. En ocasiones se produce efecto de ojo de gato por inclusiones de finos canales huecos o de otros minerales y asterismo con estrellas de seis puntas. Además de tiene un brillo vítreo muy vívido.
Caracterización de la piedra aguamarina
- Santa María: Esta caracterización de calidad se utiliza para aguamarinas especialmente valiosas. El nombre proviene de la mina del mismo nombre en Ceará/Brasil.
- Santa María Africana: Caracterización de la calidad de las aguamarinas provenientes de Mozambique, y comercializadas desde 1991. El nombre se refiere a la calidad «Santa María» de Ceará/Brasil.
- Aguamarina de Maxixe: Aguamarina de color azul oscuro. Se decolora con la luz del sol. Procede (desde 1917) únicamente de la mina Maxixe, en la mina Gerais/Brasil. Desde los años setenta es frecuente en el mercado, aunque es evidente que ha sido embellecida mediante radiación. El color no es estable.
Principales yacimientos
Los yacimientos de aguamarina más importantes se encuentran en Brasil. En otra época también eran conocidos los yacimientos rusos de los Urales, pero hoy en día parecen estar agotados. Otros yacimientos se hallan en Australia, China, India, Kenia, Madagascar, Mozambique, Myanmar, Namibia, Nigeria, Zambia, Zimbabue, Sri Lanka, Tanzania y Estados Unidos.
La roca madre son pegmatitas y granitos de grano grueso, así como sedimentos de meteorización. La mayor aguamarina con valor de piedra preciosa fue encontrada en 1910 en Marambaya/Minas Gerais (Brasil). Pesaba 110,5 kg, con 48,5 cm de largo y 41-42 cm de diámetro. De ella se tallaron muchas piedras preciosas, con un peso total que pasaba de los 10.000 quilates.
Si bien es verdad que se han encontrado aguamarinas de varias toneladas de peso, estas son opacas y de color gris y no se pueden ofrecer como piedra tallada. Las preferidas son la talla en escalera y en tijera con formas rectangulares u ovaladas alargadas. Las piedras turbias son talladas en cabujón o como esferas.
Esta piedra natural puede llegar a confundirse con la euclasa, la kyanita, el topacio, la turmalina, el zircón y las imitaciones en vidrio. Es posible producir la aguamarina sintética, pero no es comercializable. Lo que se ofrece en el mercado como aguamarina sintética es una espinela sintética teñida del color de la para collares con aguamarina.