El azabache es una de las piedras naturales más interesantes y singulares que se conocen. Tiene un tono negro brillante y como a las gemas de ese color se le considera una protectora contra las energías negativas. Se trata de una gema muy valorada entre otras cosas por su escasez y extracción de forma artesanal. Resulta muy similar al carbón, ya que procede de restos de arboles quemados hace muchos años y fosilizados a altas presiones.
El negro es un color amado por muchas personas, pero del que otras tantas no comparten ese sentimiento. Desde luego, sus partidarios lo adoran. De cualquier manera, llevarlo en algunas joyas confiere personalidad y resulta elegante y distinguido. Es este tono puro el que hace a la piedra azabache tan atractiva y la convierte en una gema muy exótica y elegante.
En la actualidad es frecuente el uso del azabache en joyería para hacer piezas de gran belleza. Además, es un material muy ligero y compacto para utilizar en pendientes u otro tipo de adornos corporales. Llevar un colgante o pulsera de azabache nos protege y genera una barrera para las energías negativas. Es uno de los amuletos más potentes contra la envidia y los celos. Quienes lo utilizan en terapia recomiendan limpiarlo bien tras su uso.
Se considera a la piedra azabache como un elemento mágico muy especial, que tradicionalmente se utilizaba como un amuleto para evitar el mal de ojo. Su poder absorbente de energías negativas es muy fuerte, por lo que era frecuente usarlo en hechicería. De ahí su uso en la actualidad para purificar y limpiar fuerzas dañinas.
Sus propiedades terapéuticas más destacadas son entre otras levantar el ánimo en caso de depresión, calmar la mente y activar la energía de la columna vertebral. Este mineral también genera sensación de seguridad y protección.