Si hablamos de una piedra natural, no creada en laboratorio, que por excelencia es la que más se asemeja al diamante, ese es el Circón (o Zircón). Su índice de refracción es bastante alto o, dicho de otra manera, su brillo se encuentra en un nivel muy elevado, solo por debajo del diamante. Por estas y otras características esta considerada como piedra semipreciosa muy valorada visualmente por su lustre.
Aunque en la actualidad, se puede decir que es una piedra bastante desconocida, ha sido muy apreciada a lo largo de la historia. De hecho, es el mineral más antiguo encontrado en la tierra hasta el momento. Su naturaleza le otorga unas características altamente atractivas para la decoración de todo tipo de joyas. Podemos decir que es una gema perfecta para un anillo de compromiso y que, a diferencia del diamante, ofrece diferentes gamas tonales.
Su tradición terapéutica se remonta muchos años atrás. Se utilizaba con frecuencia para facilitar el sueño y para alejar las energías negativas y las desgracias.
Virtudes en el cuerpo físico del circón o zircón
Tanto a nivel físico como psicológico, el circón en una piedra energética muy poderosa. Ayuda a equilibrar el peso del cuerpo y potencia la fertilidad. Tiene la facultad de agilizar la mente y de facilitar la fluidez verbal de las personas.
La energía del circón fluye sobre la espalda para aliviar el dolor de esta y eliminar los bloqueos que tenga. Igualmente ayuda con los problemas oculares y se utiliza para mejorar la digestión.
Virtudes mentales y espirituales
Conocida como una gema de sabiduría, ayuda a la armonización entre la materia y el espíritu. Esta piedra natural alinea los centros energéticos, liberando a la persona de todo tipo de bloqueos. Otorga dignidad y transmite sensación de poder interno. Se utiliza con frecuencia para potenciar la capacidad de persuasión en el mundo laboral.